Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador.
Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María
Blanco MR, p. 809 (798) / Lecc. II, p. 1105, MR, p. 810 (800) / Lecc II, p. 1107
MISA DE LA VIGILIA
ANTÍFONA DE ENTRADA
De ti se han dicho maravillas, María, que hoy has sido exaltada sobre los coros de los ángeles y triunfas con Cristo para siempre.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que al ver la humildad de la santísima Virgen María le concediste la gracia de que tu Unigénito naciera de ella según la carne, y en este día la coronaste de gloria incomparable, concede a quienes hemos sido salvados gracias al misterio de tu redención, que merezcamos, por sus ruegos, ser glorificados por ti. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Introdujeron el arca de la alianza y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado.
Del primer libro de las Crónicas: 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2
En aquellos días, David congregó en Jerusalén a todos los israelitas, para trasladar el arca de la alianza al lugar que le había preparado. Reunió también a los hijos de Aarón y a los levitas. Éstos cargaron en hombros los travesaños sobre los cuales estaba colocada el arca de la alianza, tal como lo había mandado Moisés, por orden del Señor.
David ordenó a los jefes de los levitas que entre los de su tribu nombraran cantores para que entonaran cantos festivos, acompañados de arpas, cítaras y platillos. Introdujeron, pues, el arca de la alianza y la instalaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron a Dios holocaustos y sacrificios de comunión, y cuando David terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 131
Que se hallaba en Efrata nos dijeron; de Jaar en los campos la encontramos. Entremos en la tienda del Señor y a sus pies, adorémoslo, postrados. R/.
Tus sacerdotes vístanse de gala; tus fieles, jubilosos, lancen gritos. Por amor a David, tu servidor, no apartes la mirada de tu ungido. R/.
Esto es así, porque el Señor ha elegido a Sión como morada: “Aquí está mi reposo para siempre; por-que así me agradó, será mi casa”. R/.
Nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 54-57
Hermanos: Cuando nuestro ser corruptible y mortal se revista de incorruptibilidad e inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN Lc 11, 28
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica, dice el Señor. R/.
¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno!
Del santo Evangelio según san Lucas: 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: “¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!” Pero Jesús le respondió: “Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, el sacrificio de reconciliación y alabanza que celebramos en la Asunción de la santa Madre de Dios, para que nos lleve a obtener el perdón y nos haga permanecer en continua acción de gracias. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio propio, como en la Misa del día
La gloriosa Asunción de la Virgen.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque hoy ha sido elevada al cielo la Virgen Madre de Dios, anticipo e imagen de la perfección que alcanzará tu Iglesia, garantía de consuelo y esperanza para tu pueblo, todavía peregrino en la tierra.
Con razón no permitiste, Señor, que conociera la corrupción del sepulcro aquella que, de un modo inefable, dio vida en su seno y carne de su carne a tu Hijo, autor de toda vida.
Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría: Santo, Santo, Santo…
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 11, 27
Dichosa la Virgen María porque llevó en su seno al Hijo del eterno Padre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de participar de la mesa celestial, imploramos tu clemencia, Señor Dios nuestro, para que quienes celebramos la Asunción de la Madre de Dios, nos veamos libres de todos los males que nos amenazan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne
MISA DEL DÍA
ANTIFONA DE ENTRADA
Alegrémonos en el Señor y alabemos al Hijo de Dios, junto con los ángeles, al celebrar hoy la Asunción al cielo de nuestra Madre, la Virgen María.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que elevaste a la gloria celestial en cuerpo y alma a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos tender siempre hacia los bienes eternos, para que merezcamos participar de su misma gloria. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies.
Se abrió el templo de Dios en el cielo y dentro de él se vio el arca de la alianza. Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba encinta y a punto de dar a luz y gemía con los dolores del parto.
Pero apareció también en el cielo otra figura: un enorme dragón, color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada una de sus siete cabezas. Con su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Después se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo, en cuanto éste naciera. La mujer dio a luz un hijo varón, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue llevado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios.
Entonces oí en el cielo una voz poderosa, que decía: “Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y del poder de su Mesías”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 44
Hijas de reyes salen a tu encuentro. De pie, a tu derecha, está la reina, de joyas de oro fino, recubierta. R/.
Escucha, hija, mira y pon atención: olvida a tu pueblo y la casa paterna; el rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje porque él es tu señor. R/.
Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra. R/.
Resucitó primero Cristo, como primicia; después los que son de Cristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-27
Hermanos: Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos.
En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo.
Enseguida será la consumación, cuando, después de haber aniquilado todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque Él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte, porque todo lo ha sometido Dios bajo los pies de Cristo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
María fue llevada al cielo y todos los ángeles se alegran. R/.
Ha hecho en mí cosas el que todo lo puede. Exaltó a los humildes.
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.
Entonces dijo María: “Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen.
Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada.
Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre”. María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Suba hasta ti, Señor, nuestra ofrenda fervorosa y, por intercesión de la santísima Virgen María, elevada al cielo, haz que nuestros corazones tiendan hacia ti, inflamados en el fuego de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
La gloriosa Asunción de la Virgen.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque hoy ha sido elevada al cielo la Virgen Madre de Dios, anticipo e imagen de la perfección que alcanzará tu Iglesia, garantía de consuelo y esperanza para tu pueblo, todavía peregrino en la tierra.
Con razón no permitiste, Señor, que conociera la corrupción del sepulcro aquella que, de un modo inefable, dio vida en su seno y carne de su carne a tu Hijo, autor de toda vida.
Por eso, unidos a los ángeles, te aclamamos llenos de alegría: Santo, Santo, Santo…
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 48-49
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Habiendo recibido el sacramento de la salvación, te pedimos, Señor, nos concedas que, por intercesión de santa María Virgen, elevada al cielo, seamos llevados a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición solemne