Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Misa votiva de los santos Ángeles MR, p. 1201 (1193) / Lecc. II, p. 423
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 102, 20
Bendigan al Señor todos sus ángeles, poderosos ejecutores de sus órdenes, prontos a obedecer su palabra.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que con admirable armonía distribuyes las funciones de los ángeles y de los hombres, concede, benigno, que aquellos mismos que te asisten, sirviéndote siempre en el cielo, sean los que protejan nuestra vida en la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo …
LITURGIA DE LA PALABRA
Elías ante la presencia del Dios de Israel.
Del primer libro de los Reyes: 17, 1-6
Por aquel tiempo, el profeta Elías, del pueblo de Tisbé, en Galaad, le dijo al rey Ajab: “Juro por Dios, el Señor de Israel, a quien yo sirvo, que en estos años no habrá rocío ni lluvia, si yo no lo mando”.
Luego, el Señor le dijo a Elías: “Vete de aquí; dirígete hacia el oriente y escóndete en el torrente de Kerit, que queda al este del Jordán. Bebe del torrente y yo les encargaré a los cuervos que te lleven de comer”.
Elías hizo lo que le mandó el Señor, y se fue a vivir en el torrente de Kerit, que queda al este del Jordán. Los cuervos le llevaban pan y carne por la mañana y por la tarde, y bebía del torrente.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 12
R/. Siempre me cuidará el Señor.
La mirada dirijo hacia la altura de donde ha de venirme todo auxilio. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.
No dejará que des un paso en falso, pues es tu guardián y nunca duerme. No, jamás se dormirá o descuidará el guardián de Israel. R/.
El Señor te protege y te da sombra, está siempre a tu lado. No te hará daño el sol durante el día ni la luna, de noche. R/.
Te guardará el Señor en los peligros y cuidará tu vida; protegerá tus ires y venires, ahora y para siempre. R/.
ACLAMACIÓN Mt 5, 12
R/. Aleluya, aleluya.
Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos. R/.
Dichosos los pobres de espíritu.
Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 1-12
En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, y les dijo:
“Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque se les llamará hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos serán ustedes cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande en los cielos, puesto que de la misma manera persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza, llevado ante tu soberana presencia por ministerio de los ángeles, y te pedimos humildemente que lo recibas complacido y hagas que nos sirva para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO: La gloria de Dios manifestada en los ángeles. MR, p. 1202 (1194).
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 137,
Te cantaré, Señor delante de tus ángeles.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que nos fortalezca, Señor, el pan celestial con que nos has alimentado, para que caminemos seguros por la senda de la salvación bajo la fiel custodia de los ángeles. Por Jesucristo, nuestro Señor.