“Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido”.
Domingo V del Tiempo Ordinario MR, p. 419 (415)
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94, 6-7
Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque él es nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Te rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa, que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu protección su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
Se me han asignado noches de dolor.
En aquel día, Job tomó la palabra y dijo: “La vida del hombre en la tierra es como un servicio militar y sus días, como días de un jornalero. Como el esclavo suspira en vano por la sombra y el jornalero se queda aguardando su salario, así me han tocado en suerte meses de infortunio y se me han asignado noches de dolor. Al acostarme, pienso: `¿Cuándo será de día?’ La noche se alarga y me canso de dar vueltas hasta que amanece.
Mis días corren más aprisa que una lanzadera y se consumen sin esperanza. Recuerda, Señor, que mi vida es un soplo. Mis ojos no volverán a ver la dicha”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 146, 1-2. 3-4. 5-6
R/. Alabemos al Señor, nuestro Dios.
Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque es hermoso y justo el alabarlo. El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de Israel los ha reunido. R/.
El Señor sana los corazones quebrantados y venda las heridas, tiende su mano a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados. R/.
Él puede contar el número de estrellas y llama a cada una por su nombre. Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no tiene límites. R/.
¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio!
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 9, 16-19. 22-23
Hermanos: No tengo por qué presumir de predicar el Evangelio, puesto que ésa es mi obligación. ¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por propia iniciativa, merecería recompensa; pero si no, es que se me ha confiado una misión. Entonces, ¿en qué consiste mi recompensa? Consiste en predicar el Evangelio gratis, renunciando al derecho que tengo a vivir de la predicación.
Aunque no estoy sujeto a nadie, me he convertido en esclavo de todos, para ganarlos a todos. Con los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN Mt 8, 17
R/. Aleluya, aleluya.
Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con nuestros dolores. R/.
Curó a muchos enfermos de diversos males.
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era él. De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: “Todos te andan buscando”. Él les dijo: “Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido”. Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Unidos a Jesús, presentemos al Padre nuestras plegarias con toda confianza.
Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Por la Iglesia, cuerpo místico de Cristo. Que, como él, salga al encuentro de los marginados y de los que sufren. Oremos.
Por quienes siguen al Señor en la vida consagrada. Que sean para todos presencia del amor y la misericordia del Padre. Oremos.
Por los gobernantes de las naciones, especialmente, los legisladores de México. Que siempre les asista la inspiración del Espíritu Santo y busquen el bienestar de todos los mexicanos. Oremos.
Por los enfermos, especialmente los niños que padecen cáncer. Que vivan su dolor sostenidos por la fortaleza de Dios, y por la compañía de los que están a su alrededor. Oremos.
Por nosotros. Que seamos cada vez más conscientes de la injusticia del hambre en el mundo, y trabajemos para que quienes nos rodean sean sensibles a esta realidad tan inhumana. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y haz que nunca nos cansemos de seguir a Jesús, que es la luz y esperanza para toda la humanidad. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Por quienes siguen al Señor en la vida consagrada. Que sean para todos presencia del amor y la misericordia del Padre. Oremos.
Por los gobernantes de las naciones, especialmente, los legisladores de México. Que siempre les asista la inspiración del Espíritu Santo y busquen el bienestar de todos los mexicanos. Oremos.
Por los enfermos, especialmente los niños que padecen cáncer. Que vivan su dolor sostenidos por la fortaleza de Dios, y por la compañía de los que están a su alrededor. Oremos.
Por nosotros. Que seamos cada vez más conscientes de la injusticia del hambre en el mundo, y trabajemos para que quienes nos rodean sean sensibles a esta realidad tan inhumana. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración, y haz que nunca nos cansemos de seguir a Jesús, que es la luz y esperanza para toda la humanidad. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios nuestro, que has creado los frutos de la tierra sobre todo para ayuda de nuestra fragilidad, concédenos que también se conviertan para nosotros en sacramento de eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio para los domingos del Tiempo ordinario
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 5-6
Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor Dios, que quisiste hacernos participar de un mismo pan y un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera, que, hechos uno en Cristo, demos frutos con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.