Jesús dijo a su madre: “Mujer, ahí está tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí está tu madre”.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 2, 34-35
El anciano Simeón dijo a María: Este niño ha sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, corno signo que provocará contradicción; y a ti, una espada te atravesará el alma.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quisiste que junto a tu Hijo en la cruz estuviera de pie su Madre, compartiendo su dolor, concede a tu Iglesia que, asociada con ella a la pasión de Cristo, merezca participar de su gloriosa resurrección. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
Antes, fui blasfemo, pero Dios tuvo misericordia de mí.
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1, 1-2. 12-14
Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por disposición de Dios, nuestro salvador, y de Cristo Jesús, nuestra esperanza, te deseo a ti, Timoteo, mi verdadero hijo en la fe, la gracia, la misericordia y la paz, de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Doy gracias a aquel que me ha fortalecido, a nuestro Señor Jesucristo, por haberme considerado digno de confianza al ponerme a su servicio, a mí, que antes fui blasfemo y perseguí a la Iglesia con violencia; pero Dios tuvo misericordia de mí, porque en mi incredulidad obré por ignorancia, y la gracia de nuestro Señor se desbordó sobre mí, al darme la fe y el amor que provienen de Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 15
R/. Nuestra vida está en manos del Señor.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor. El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor y con El a mi lado jamás tropezaré. R/.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti. R/.
SECUENCIA
Esta secuencia es opcional tanto en su forma larga como en su forma breve, desde * ¡Oh dulce fuente de amor!
La Madre piadosa estaba | ¡Oh cuán triste y afligida |
junto a la cruz, y lloraba | estaba la Madre herida, |
mientras el Hijo pendía; | de tantos tormentos llena, |
cuya alma triste y llorosa, | cuando triste contemplaba |
traspasada y dolorosa, | y dolorosa miraba |
fiero cuchillo tenía. | del Hijo amado la pena! |
¿Y cuál hombre no llorara | Hazme contigo llorar |
si a la Madre contemplara | y de veras lastimar |
de Cristo en tanto dolor? | de sus penas mientras vivo; |
¿Y quién no se entristeciera, | porque acompañar deseo |
Madre piadosa, si os viera | en la cruz, donde lo veo, |
sujeta a tanto rigor? | tu corazón compasivo. |
Por los pecados del mundo, | ¡Virgen de vírgenes santas!, |
vio a Jesús en tan profundo | llore ya con ansias tantas |
tormento la dulce Madre. | que el llanto dulce me sea; |
Vio morir al Hijo amado | porque su pasión y muerte |
que rindió desamparado | tenga en mi alma de suerte |
el espíritu a su Padre. | que siempre sus penas vea. |
¡Oh dulce fuente de amor!, | Haz que su cruz me enamore |
hazme sentir tu dolor | y que en ella viva y more |
para que llore contigo. | de mi fe y amor indicio; |
y que, por mi Cristo amado, | porque me inflame y encienda |
mi corazón abrasado | y contigo me defienda |
más viva en Él que conmigo. | en el día del juicio. |
Y, porque a amarlo me anime | Haz que me ampare la muerte |
en mi corazón imprime | de Cristo, cuando en tan fuerte |
las llagas que tuvo en sí. | trance, vida y alma estén; |
Y de tu Hijo, Señora, | porque, cuando quede en calma |
divide conmigo ahora | el cuerpo, vaya mi alma |
las que padeció por mí. | a su eterna gloria. Amén. |
ACLAMACIÓN
Dichosa la Virgen María, que sin morir, mereció la palma del martirio junto a la cruz del Señor. R/.
Ahí está tu hijo. —Ahí está tu madre.
En aquel tiempo, estaban junto a la cruz de Jesús, su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre: “Mujer, ahí está tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí está tu madre”. Y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Dios misericordioso, las súplicas y ofrendas que te presentamos para alabanza de tu nombre, al venerar a la santísima Virgen María, a quien, bondadoso, nos entregaste como piadosísima Madre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Prefacio de santa María Virgen (conmemoración)
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 P 4, 13
Alégrense de compartir ahora los padecimientos de Cristo, para que cuando se manifieste su gloria, el júbilo de ustedes sea desbordante.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento de la redención eterna, te pedimos, Señor, que, al conmemorar el dolor de la santísima Virgen María, completemos, a favor de la Iglesia, lo que falta en nosotros a los padecimientos de Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.