LECTURAS DEL MARTES XXV DEL T. ORDINARIO 26 DE SEPTIEMBRE (VERDE)

 

“Tu madre y tus hermanos están allá afuera y quieren verte”.




Misa Por la familia o Memoria de los Santos Cosme y Damián* MR, p. 1113 (1105) / Lecc. II p. 819



ANTÍFONA DE ENTRADA Ef 6, 2-3

Honrarás a tu padre y a tu madre es un mandamiento muy importante, que lleva consigo esta promesa: Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra.

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, ya que en tu designio tiene su sólido fundamento la familia, atiende misericordiosamente las súplicas de tus siervos y concédenos que, siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de tu Hijo Unigénito en el don de su amor y en sus virtudes domésticas, disfrutemos de la eterna recompensa, en la alegría de tu casa. Por nuestro Señor Jesucristo…

LITURGIA DE LA PALABRA

Terminaron la reconstrucción del templo y celebraron la Pascua.

Del libro de Esdras: 6, 7-8. 12. 14-20

En aquellos días, el rey Darío escribió a los jefes de la región del otro lado del río Éufrates: “Dejen que el gobernador y los dirigentes de los judíos reconstruyan el templo de Dios en su antiguo sitio. Éstas son mis órdenes acerca del proceder de ustedes con los dirigentes de los judíos, en lo que se refiere a la reconstrucción del templo de Dios: Con los impuestos de la región del otro lado del río, destinados al rey, se les pagarán puntualmente los gastos a esos hombres, para que no se interrumpa el trabajo. Yo, Darío, he promulgado este decreto para que se cumpla a la letra”.

Así los dirigentes de los judíos avanzaron con rapidez en la reconstrucción del templo, alentados por las palabras de Ageo y de Zacarías, hijo de Idó, y llevaron a cabo la reconstrucción, conforme a lo mandado por el Dios de Israel y por Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia. El templo se terminó el día tres del mes de marzo del año sexto del reinado del rey Darío.

Los israelitas —sacerdotes, levitas y todos los demás que habían vuelto de la cautividad— celebraron con júbilo la dedicación del templo de Dios. Para la dedicación del templo ofrecieron cien toros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos, y como sacrificio por el pecado de todo Israel, doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel.

El servicio del templo de Jerusalén se encomendó a los sacerdotes, y a los levitas, según el orden que les correspondía, conforme a la ley de Moisés. Los israelitas que habían vuelto de la cautividad celebraron la Pascua el día catorce de abril. Todos los sacerdotes y los levitas se habían preparado para celebrarla y estaban puros; inmolaron, pues, la víctima pascual para todos los que habían vuelto de la cautividad, para sus hermanos los sacerdotes, y para sí mismos.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 121 

R/. Vayamos con alegría al encuentro del Señor.

¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: “Vayamos a la casa del Señor”! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas. R/.

A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor. R/.



ACLAMACIÓN Lc 11, 28 






R/. Aleluya, aleluya.



Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica, dice el Señor. R/.

Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica.

Del santo Evangelio según san Lucas: 8, 19-21

En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús su madre y sus parientes, pero no podían llegar hasta donde Él estaba porque había mucha gente. Entonces alguien le fue a decir: “Tu madre y tus hermanos están allá afuera y quieren verte”.

Pero Él respondió: “Mi madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al ofrecerte, Señor, este sacrificio de reconciliación, te suplicamos humildemente que conserves a nuestras familias en tu gracia y en tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Is 49, 15

¿Puede acaso una madre olvidarse de su criatura? Aunque hubiera una que se olvidara, yo nunca me olvidaré de ti, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Padre clementísimo, haz que aquellos que alimentaste con el sacramento celestial, imiten sin cesar los ejemplos de la Sagrada Familia de tu Unigénito para que, después de las pruebas de esta vida, logren estar en su compañía por toda la eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

O bien:

Memoria de los Santos Cosme y Damián MR, pp. 840 (829) Y 925 (917)

Cosme y Damián sufrieron el martirio en Alepo (Siria). Desde el siglo IV se realizaban tantos milagros sobre sus sepulcros que la leyenda los empezó a considerar como los médicos que curaban gratuitamente. Así, su culto no tardó en difundirse por todos los países mediterráneos.

ANTÍFONA DE ENTRADA

Estos santos derramaron su sangre gloriosa por el Señor, amaron a Cristo en su vida, lo imitaron en su muerte, y por eso merecieron la corona del triunfo.

ORACIÓN COLECTA

Proclamamos, Señor, tu grandeza al celebrar la memoria de tus santos mártires Cosme y Damián, porque a ellos les diste el premio de la gloria eterna y a nosotros nos proteges con tu maravillosa providencia. Por nuestro Señor Jesucristo…

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Al conmemorar la muerte dichosa de tus justos, te ofrecemos, Señor, aquel mismo sacrificio en el que tuvo su origen todo martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN

La abundante recompensa de los santos consiste en la presencia de Dios: murieron por Cristo y viven para Siempre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Conserva tus dones, Señor, en nosotros, y haz que lo que de tu bondad recibimos en la conmemoración de los santos mártires Cosme y Damián, sea para nosotros fuente de salvación y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.